Bajo la Luna [Libre]

A lo lejos se podía ver el reflejo de la luna en el pelaje de un zorro blanco gigante. Era Kasia en su modo animal, venia bajando de la punta mas alta de la montaña rocosa, se le veía con cierto enojo en sus ojos y su ceño fruncido, generando esas arrugas en la nariz. Pobre del que se topara en su camino, se veía por su mirada que arrancaría la cabeza de quien fuera tan estúpido como para hacerle batalla.

Por el camino recordaba las palabras de la diosa Amaterasu “Aunque no te guste, tu eres yo…” lo repetía en su mente ya que le era imposible adaptarse a esa idea << ¿Como puedo ser tú? >> Se ponía a contradecir en su mente a la diosa. A Kasia no le gustaba la idea de ser parte de una deidad, ella les debía un respeto si, pero al punto de odiarlos por ser tan ellos… tan poderosos. Ella era de las que prefería ser lo mas vulnerable posible, para así, mejorar cada día más. Le desagradaba la idea de ser poderoso solo por nacer.

Y en todo caso, si era parte de ella ¿Por qué tenia que seguir las reglas de la familia si era un rango mas alto? ¿Por qué ser la que guarde el equilibrio junto a su hermano? Si bien ella era una Diosa, podría rechazar las ordenes y ser libre a vivir como quisiese; O más bien esa idea tenia. No tenia sentido nada, en absoluto era lógico para ella. Por eso corría a cuatro patas, quería despejar su mente, descargar su enojo, y la poca irracionalidad del momento.

Un olor impregno en su nariz de animal y respingo, era el aroma de algo poco conocido por esas tierras. << ¿Un licántropo…? ¿Aquí? >> Se pregunto en su mente mientras bajaba la velocidad. Llego a detenerse lentamente, su forma de zorro se fue desvaneciendo al contraste de una brisa nocturna que arrancaba hojas de los arboles y volviendo plateado el momento.

- ¿Qué buscas persiguiéndome? –dijo en vos alta la peliblanco, envuelta en un mar de hojas color plata, que después se fueron perdiendo hasta mostrar su figura normal.

Clavo su mirada en los orbes del chico rubio que tenía enfrente, no parecía un licántropo del todo. Tenia más bien finta de esos “humanos” que traspasaban la línea de su universo al paralelo. Lo examino como si de un objeto nuevo y extraño se tratase.

- ¿y Bien? –soltó casi en gruñido ya que aun seguía de muy mal humor.

mira al zorro convertirse en una chica muy linda y con bastante carisma que me atraía un poco a ella y luego al escuchar a la chica , me acerque y mantuve un poco de distancia
Pues estoy paseando por aquí... ¿Que haces tu aquí?
miraba a la chica con curiosidad por su poder de volverse zorro y por sus extraños ojos, saque la rosa que había encontrado en la montaña y empiezo a observarla mientras espero la respuesta de la chica zorro y empiezo a hablarle a la rosa
estabas sola... al igual que yo... por eso permaneceré a su lado rosa hermosa y delicada...

La extraña criatura se acercó a pasos seguros pero con cierta distancia, como si tomase precauciones, y debería hacerlo, aunque el humor de Kasia iba bajando, igual era zona de guerra estar mas de un metro cerca de ella.

- Despejando mi mente –dijo en tono bajo mientras se sacudía el cabello con su mano derecha.

Esa manía que tenía de alborotarse el cabello la tenia muy arraigada, mas cuando de tratar personas nuevas se tratase. Sus orbes azul oscuro dieron una pequeña vuelta en sus ojos y suspiro un poco tratando de calmarse. Después escucho unas palabras salir de la boca del chico, muy cursis a su parecer, por suerte no eran para ella, ya que, Kasia detestaba la cursilería.

- Valla… había escuchado de Zoofilia, pero el amor excesivo a las plantas… valla que eres raro –dejo escapara una risa pequeña y delicada.

La forma en como se acercaba con seguridad, de cierta forma le causaba miedo, ya que pocas veces había estado a solas hablando con un hombre desconocido. Prefirió no reflejar el miedo y responder cada una de las preguntas que le fue formulando.

- En primera estoy en este horrible lugar porque acabo de ver a una horrible mujer –su enojo volvió por segundos ya que había olvidado esa discusión.

Ladeo su rostro cambiando su ceño de uno enojado a uno mas calmado.

- Me puedo convertir porque así he nacido, no estoy bajo una maldición, mi familia es mitad zorro… -pretendía decirle más, pero callo por la sola idea de que no debía revelar información incensaría.

Lo ultimo que dijo le caso una sonrisa altanera. Lo miro con cierta calidez y suspiro.

- Si deberías tener cuidado conmigo… puedo morder…

Luego de acercarme varios pasos hacia la chica, me detengo a escuchar su linda voz de menor distancia
-¿Una mujer? ¿En donde está ella?
Sonrío al escuchar la voz de esa bella señorita y mi vista queda fija a la de ella, a la que después se corre algo enfadada. Al escuchar lo de su familia me interese por aprender mas... pero no quería ser tan entrometido, sabia que si preguntaba mas de lo que debía saber, terminaría alejando a esa joven mujer de mi. ''esta chica es algo extraña...'' pensé y luego reí por lo que decía la chica en su auto critica.
-No me molestaría ser comido por usted... de echo me agradaría... sería un gran final para mi vida como lobo...

Los labios de Kasia se torcieron de mala forma al escuchar que estaba interesado en Ammy, se encogió de hombro, para después soltar palabras suavemente y tratando de no ser muy fría o cruda al responder.

- Más que una mujer es una… Diosa –susurro la ultima palabra- y lo lamento, solo aparece cuando quiere algo de mi… -pateo el piso con fuerza al recordar que tenia y debía ser su mandadera.

Ladeo el rostro al escuchar las últimas palabras del chico, al principio un leve tono rosáceo paso por sus mejillas, pero este se deshizo rápido no tenia intenciones de mostrarse más vulnerable.

- Valla un lobo que trata con un zorro… -sonrió de lado mostrando sus blancos colmillos- Eres un tanto masoquista mi querido amigo… pero lamento romperte las ilusiones no como lobos… les hago cosas peores -río un tanto fuerte-.

Un nuevo sonrojo apareció en sus mejillas, hablaba de forma muy poética y eso hacia que Kasia se sintiera muy bien, por alguna extraña razón. Escucho cada palabra del chico, y por cada frase que sonaba sacado de un libro de Shakespeare dejaba salir una tierna sonrisa.

- Dices cosas muy lindas para ser tan feo –bromeo un poco y después noto como el chocaba contra una piedra.

Tal acción interrumpió las palabras del joven, uniéndolos en un breve y torpe beso. Kasia alzo su mano para soltarle una cachetada, pero se contuvo ya que lo disfruto, empuño su mano y miro con cierto enojo (disimulado con un sonrojo muy fuerte) al chico.

- T-Ten cuidado… -no sabia porque razón hablaba tan sumisa, al parecer el beso la había calmado de forma extraña.

Lo miro con ojos llorosos, la había llevado al cielo y quitándoselo demasiado rápido como para acostumbrarse.

Paseaba por el bosque tranquilamente por el bosque muy reladado,como siempre, aunque tan relajado que no se da cuenta de que había llegado a una fila de montañas hasta estar bastante alto. Se sorprende un poco aunque decide subir y explorar y pronto llega a la cima y se sorprende ver a una chica y a un chico allá arriba y los mira, la chica era Kasia la del cementerio y el chico no lo conocía, aunque notaba casi como una tensión en el aire.

-Buenas Kasia, que tal estás?
Mira al chico

-Saludos señorito

Sonriente me levante y ayude a la joven dama a ponerse en pie, estaba que explotaba por las ganas besarle y sentir nuevamente esa sensación que me daban sus labios al juntarse con los míos. Me controle y disimulando mi alegría y poniendo un gesto en mi rostro de arrepentimiento, le dije:
-Discúlpeme, ¿está bien?. Lo siento... soy algo torpe... no era mi verdadera intención caer sobre usted...- en ese mismo instante al decir esas palabras pensé: ''Aunque me hayan encantado sus labios y su delicadeza...'' después de unos segundos a la luz de esa hermosa luna sentí a un chico acercarse y enseguida mire adonde el estaba, fruncí el ceño y con una mirada de incomodidad mire al tipo.
- Muy buenas noches Señor... Un gusto conocerlo... ya me estaba marchando... con su permiso...-
Hice una seña de despedida y una reverencia a la joven y le dedique una sonrisa con dulzura
- Hasta luego señorita... que tenga una agradable noche... -
Luego volví a mirar al chico y sin decir nada me incline y me marche . Caminando tranquilamente,me fui alejando cada paso que daba, mas y mas de ellos...

Recibió la mano con delicadeza y se apoyó en ella para levantarse. Kasia lo miraba con cierta sumidad, negando cada palabra de disculpa que salieran de los labios del chico.
- Estoy bien no te preocupes –sonrió un poco- No fue tu culpa… -musito por lo bajo.

Después de unos minutos de un silencio algo incomodo, un nuevo ente se presento en la escena, era Helkmon, el chico con aura angelical que conoció en el cementerio. El joven de cabellera blanca se presento amablemente. En esos momentos Kasia borro todo rastro de sonrojo en su rostro.

- Buenas noches –dijo en un tono más serio- ¿Qué te trae por aquí Helkmon?

Pasado lo dicho, el chico del cual nunca supo su nombre se fue yendo poco a poco. Kasia estiro su mano para detenerlo, pero la retrajo en cuanto noto que su acto se veía algo desesperado. Le dedico una tierna sonrisa de despedida esperando encontrárselo alguna otra vez.

Parece que había interrumpido algo, aunque no lo quisieran decir y no hubiera ya marcha atrás, hace una reverencia al muchacho al ver que se iba

-Espero coincidir con vos en otro momento muchacho


Mira a Kasia y sonríe haciendo otra reverencia

-Buenas noches señorita Kasia, pues estaba dando un buen paseo por el bosque y he acabado aquí, ha sido una casualidad encontraros aquí, que haciais vos aquí con ese muchacho?

Mira como casi iba hacia el chico que se iba y comprendia entonces que era especial para ella o al menos quería mantenerlo cerca.

Un sonrojo muy fuerte llego a sus mejillas.

- ¡N-Nada! –respondió alterada- No hacíamos nada… -musito eso ultimo.

Técnicamente no estaban haciendo nada malo, pero el hecho de que a la fuerte y siempre solitaria Kasia se le viera con un chico en situaciones comprometedoras, eso de cierta forma le incomodad y le generaba ese sonrojo. Ya que ella siempre alardeaba de que nunca encontraría a alguien que pasara el resto de los días a su lado, o mejor dicho, temía que eso pasara.

- A todo esto, Ammy manda saludos…. –dijo en tono serio.
Venga que le costaba trabajo olvidarse de ese detalle.

Sonríe casi con ternura al ver el sonrojo de Kasia e inclina la cabeza

-Ciertamente lo que hacíais era hablar no? mas confío en ti y se que no hareis nada indebido con nadie

Sonríe al oir lo de Ammy

-Estaría bien volver a verla , así hablaría un buen rato con ella jiji , podría invocarla aunque prefiero dejarlo en tus manos Kasia , aunque puedo ver en tu mirada que en parte la odias

La mira a los ojos serio el también

- Hump… -musito al escuchar sobre la confianza que le guardaba el caballero de melena blanca.

Movió su cabello blanco hacia un lado y este se levanto al pasar una fuerte brisa. Sus ojos se volvieron rojo carmesí y la persona que antes era Kasia ya no era… esta vez se trataba de otra persona.

- Helkmon viejo amigo… -sonrió de medio labio el ente que había apoderado se del cuerpo de Kasia. – Tanto tiempo sin vernos…

La diosa amaterasu estaba interceptando el cuerpo de la mujer zorro.

Mira con interés a Kasia cuando siente un cambio en ella y escucha lo que dice y se sorprende

-vaya vaya .... pues precisamente más de 2000 años , en tu primer enfrentamiento a Orochi ... es un placer volver a hablar contigo hermana Amaterasu, que tal te vá en los planos celestiales? y que tal chibiterasu?

Se acerca a ella y la mira a los ojos sonriendo

La peliblanca miro con tranquilidad al chico y musito breves palabras.

- Todo ha estado de maravilla gracias por preguntar Helk-san –le sonrió cálidamente.

Observo con curiosidad el entorno en el que se encontraba, tan oscuro estaba que de cierta forma le daba miedo, solo unos pequeños hilos de plata daban luz a ese oscuro bosque.

- Dime… ¿Cómo se porta mi pequeña Kasia?

Pregunto con curiosidad, ya que le preocupaba ese entorno oscuro en el que se encontraban, sabia que Kasia no le tenia el agrado suficiente por lo que decidió indagar en esos detalles de su vida.

Se acerca a ella y la abraza, podía sentir a la diosa en su interior y eso le hacía sentir muy bien

-Es un placer jiji , aunque me gustaría verte en tu forma lobuna como la ultima vez mas no importa , Kasia es un buen recipiente para tu espiritu divino.

Se sorprende al ver un poco de miedo en sus ojos , debido a la oscuridad del lugar, así que crea dos esferas grandes de luz dorada que se ponen a levitar junto a ellos , iluminando bien una gran zona de esa montaña

-Pues Kasia es una magnifica chica, es una gran amiga , es muy dulce, tierna y cariñosa con sus amigos , y es muy hermosa jiji , yo la quiero mucho aunque a veces es un poco cerradita , poco a poco va siendo más buena y abierta, aunque no la conozco aun mucho.

Deja pasar todas las acciones y se limita a sentir con la cabeza, el tiempo dentro del cuerpo de Kasia se agotaba, ya que la fuerte y enojona mujer estaba reclamando su cuerpo con severidad.

- Perdóname Helk debo retirarme… -planto un suave y delicado beso en la comisura de sus labios- Nos veremos dentro de otros dos mil años –rio en broma.

Se bajo de las esferas de luz convirtiéndose en Zorro, en esa misma transformación Kasia volvió a su cuerpo, no recordaba nada de lo sucedido, mas que Amaterasu había tomado posesión de su cuerpo. Gruño y aulló con fuerza haciendo que resonara en todo el bosque. Miro a Helkmon y se despidió de forma seca y un tanto fría.

Corrió lejos del lugar, tenia que escapar y no volver por un buen tiempo… necesitaba eso, tiempo, tiempo para pensar en lo que la diosa le había dicho horas antes.