Buscando algo [Priv: Etain Teos y Kasia Wann]

Me había dado cuenta de que en mi castillo faltaba algo, una cadena de plata con un dije, dentro había una foto que nadie debía ver, era importante para mi, tanto que una buena noche huí del castillo y con una capucha me adentre en el reino de la luz, una misión suicida ciertamente, pero el que no arriesga no gana, pude entrar en el castillo sin que nadie lo notara, no podía creer lo lejos que había llegado, entre a la sala del trono y en una cámara cerrada con llave estaba mi antigua habitación, todo estaba tal y como lo había dejado antes de mi huida, sin hacer ruido comienzo a buscar por todas parte la cadenita, no recordaba donde la había metido, luego de largos segundos pensé:

Vamos, donde la habría metido yo... Como alguien la halla movido...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de unos pasos dirigiéndose a la habitación, me escondí como pude sujetándome al techo gracias a una viga y el extremo de la habitación, mirando quien se dirigía a este lugar...

La mujer zorro se encontraba dando vueltas por el jardín del palacio de la luz, mientras rascaba su cabeza intentado descifrar uno de los encargos de su hermano mayor.

“Ve al castillo de la luz, busca a Etain y entrégale lo que no debe ser entregado” Recordó el mensaje mientras pensaba en que clase de hongo alucinógeno podría haberse comido su hermano para decir tal incoherencia.

Releía el mensaje en su mente para poder aprenderlo, o quizás entenderlo. Soltó un largo y muy aflojerado suspiro mientras se dirigía a la entrada del castillo, valla que era imponente el lugar, aunque ella prefería las casas pequeñas con mucho calor hogareño. Entro sin pedir permiso al recinto, no sin antes sacudir sus pies descalzos en la entrada.

- Bueno… a esperar a alguna servidumbre que atienda… -dijo calmada mientras se sentaba en un sofá cercano.

Desde el techo mire a Etain entrar a la habitación, lo que decía podía escucharse claramente, podía verse que me extrañaba a pesar de lo que había hecho, era bueno de su parte aunque cuando la vi dirigirse a la cama, me dio algo de vergüenza verla oliendo mi almohada, estaba sonrojado de verla así, me había desconcentrado y caí del techo, por suerte caí de pie, cualquiera que no estuviera ciego me vería dentro de esa habitación, pensé mientra la veía fijamente:

Genial, simplemente genial... Voy a morir... Es el fin

Me fije en unos pasos fuera de la habitación, un oponente mas, definitivamente seria el fin, lo extraño es que solo me pare embobado en medio de la habitación, ni siquiera había subido mi guardia, ciertamente peculiar en mi....

Al no ver señales de servidumbre decidió explorar su entorno en busca de la princesa, se llevo su tiempo revisar puerta por puerta, e incluso se llevo mas de un insulto mientras lo hacia. Ella solo fruncía el seño y les dedicaba una seña de dedo corazón a todos los sirvientes que la miraban como un perro faldero. Llego hasta un cuarto el cual era el ultimo por ver << Por favor que este aquí… ya me quiero ir >> se dijo así misma mientras abría la puerta.

Más se llevo con una sorpresa al encontrar una curiosa escena.

- ¿Perdón interrumpo…? –dijo entrando sin permiso a los aposentos donde se encontraban abrazados.

Arqueo una ceja ante la bella escena de hermandad y no pudo evitar soltar una risita con lagrimas en los ojos.

- Valla pero que tiernos que son… -dijo en tono infantil mientras se recargaba en la pared del cuarto.

La abrace después de que hiciera lo mismo , estaba llorando, estaba preocupada por mi, algo que no me imaginaba y su cariño no lo había sentido en mucho tiempo, escuche todas sus preguntas a las que respondi rápidamente:

Bien, busco algo, nop, nadie me vio llegar, si así fuera esto estaría lleno de soldados...

Solté una risita a su siguiente afirmación estaba contento de verla, me sorprendí al abrirse la puerta y mire a la chica que la había abierto, ante su molesta afirmación me separe de mi hermana y me crucé de brazos poniéndome en pose de serio con un leve sonrojo en mis mejillas:

Se le ofrece algo señorita? allí esta Etain, así que, que busca?

No debía conocerme ya que no me había atacado, era nueva obviamente ya que tampoco la había visto en el reino de las sombra (ademas del peligro que representaría venir a este reino) así que conserve mi postura mientras con la mirada veía los rincones de la habitación en busca de mi objeto para poder retirarme y huir hasta mi reino como si nada...

Me sorprendio ver a aquella chica entrar a esa habitacion que estaba prohibida para todos, senti algo de enfado pero aun asi le sonrei con tranquilidad, y al ver que mi hermano se separaba de mi comprendi que tal vez que le hayan visto asi le incomodaba
-Hola pequeña niña, ¿Que te trae por aqui?-

Mire la mirada de mi hermano parecia buscar algo, sonrei y le señale sobre un enorme ropero una caja color marron con la mirada, como adivinando que ahi estaba aquel objeto que buscaba

Kasia paro de reír y guardo compostura, claro que le dio algo de trabajo, tuvo que agarrarse el estomago mas de una vez y morderse el labio inferior de sus labios.

- Perdonen mi intromisión –dijo ya un poco mas calmada- Te estaba buscando Etain… mi hermano quiere que te entregue algo…

Su semblante cambio al de uno más serio y saco de una de sus bolsas un pergamino color rojo. Lo extendió y soltó algo de polvo ya que hacia mucho no lo veía la luz del día, estaba guardado entre los miles de pergaminos sagrados que su familia albergaba. Tosió un poco aclarando su garganta y prosigue a hablar en un tono muy tranquilo y pacifico.

- La Familia Wann, por medio de este presente se les hace entrega al Heredero del reino de la oscuridad y a la Heredera del reino de la luz, las almas encarnadas de la Diosa Amaterasu numero uno y dos. Con sus nombres respectivamente… -tomo una ligera pausa- Kasai Wann y Kasia Wann… este presente es para firmar la alianza que se tenia pendiente con el reino de la luz y de la oscuridad hacia ya mucho tiempo. Todo para restaurar el equilibrio que alguna vez se perdió en esa guerra que bien sabemos cobro muchas vidas, y no queremos que vuelva a pasar… De antemano esperamos acepten los obsequios los cuales fueron concebidos bajo el consentimiento de los elementos y de la tierra misma. Sepan que esto no es para desencadenar otra tragedia, si no más bien… para concluir con ese pasado lleno de sangre y dolor, equilibrando las fuerzas contrarias.

Termino de leer algo sorprendida, no sabia el contenido del mismo pero si sabia que era importante, en su mente maldecía a su hermano como no había palabras para describirlo. Después de varios minutos suspiro resignada ya que era una orden de sus antepasados y quizás… siempre había sido ese papel por el cual había que nacer. Saco dos monedas las cuales estaban dentro del pergamino, entrego la de la llama roja oscura a Luis y la de llama roja granada a Etain. Se arrodillo frente a Etain con un rostro inexpresivo.

- Desde ahora juro ser fiel al reino de la luz… bajo el mandato de un solo líder… -termino de decir con lágrimas en los ojos.

Spoiler:

Mientras la chica estaba distraída leyendo tome la caja que Etain me señalaba con la mirada y encontré la cadena con el dije, el dije tenia dentro una foto de Etain y yo cuando eramos muy jóvenes, lo ojee levemente y enrede la cadena en mi muñeca izquierda y volví a mi lugar antes de que la chica terminara de leer y tome la moneda roja oscura con algo de confusión, había prestado atención en lo que decía pero -Que poder tendria una moneda?- Pensó mirando la moneda y pensando en la temida diosa Amaterasu que tenia un gran poder por lo que sabia, jugueteando con ella en su mano derecha y después de que la chica declarara lealtad al reino de la luz le pregunte:

Esto... Por que las reencarnaciones de Amaterasu se unen una a cada reino? Con su poder podrían simplemente quedarse al marjen en caso de otra guerra

Con una mirada algo curiosa debido a que la situación era algo sospechosa pero con cuidado de no inmiscuirme demasiado.

Negó con la cabeza a Etai y limpio rápidamente sus lágrimas, evitando verse débil ante su nuevo superior. Rechaza el abrazo en cuanto puede, deslizando sus pies hacia adelanta para así poder levantarse. Miro por segundos a los ojos de Luis por la pregunta que se había formulado.

- Mira, yo no sé porque tenemos que hacerlo… solo esta y ya… -suspiro resignada mientras miraba el techo de la habitación- tú lo has dicho, es fácil estar al margen de todo… pero es una orden superior, la cual no podemos ignorar.

La peliblanco paso sus manos por su nuca apoyando su cabeza en estas, mientras tarareaba una melodía poco conocida. Terminada la melodía miro fijo a los dos líderes.

- Se nos ha quitado la libertad para que no se pierda el equilibrio… espero sepan que odio esta situación –dice seria-.

Ya con lo que quería y las respuestas que necesitaba guarde la moneda en mi bolsillo y volviendo a ver el dije en mi muñeca me senté frente a la ventana, mire con cierta curiosidad a Kasia y dije con la misma curiosidad:

Y para cuando debo esperar al tal Kasai? Seria descortés de mi parte dejar a un invitado por fuera.

Dije algo cansado viendo el cielo nocturno, la luna estaba un poco mas brillante que siempre, luego voltee a ver a Etain en silencio, no tenia ganas de irme aun.