Recorriendo todo palacio...

Shaphire, una vez llegó a palacio, entró sin mas, sin pedir siquiera permiso, y por el largo pasillo, empezo a corretear, muy feliz con gran vitalidad. -Llegamos, si si, es precioso, nunca imaginé otro reino aparte del de las hadas, tienen muy buen gusto, como quisiera bailar en este espacioso pasillo, con una larga melena...- La hada, mientras se imaginaba sus propias fantasías, se percató de una habitación con la puerta blanca y dorada, corrió hacia ella, entrando en la habitación y había una gran cama de lazos rosados, sin pensarlo dos veces metió en la cama a su hermanita para que durmiese cómoda y se puso ha inspeccionar. -Karthus, este lugar es precioso, tu ¿por que querías venir aquí? ¿eres de la realeza de este lugar? ¿mantienes alguna relación con los majestades?...- preguntaba la hada con una curiosidad impresionante. Shaphire cogió a Karthus de la camiseta, le miró con mirada de cachorrito y le susurró -Dejanos ir contigo siempre.-

Las mejillas de la hada se sonrojaron, se asustó mucho, era el primer beso que le daba un chico aunque fuese en la mejilla, lanzó un suspiro intenso, se calmó, y cuando en cuanto se dio cuenta de que el chico le oyó suspirar, no quiso llamarle la atención, como algo mas, ya que ella era muy sensible en esos casos. Shaphire se acerca a la ventana mirando el hermoso paisaje, aun roja y pensando en el beso una y otra vez, se preocupaba por no quitárselo de la cabeza, y decidió cambiar de tema. -Esto... es es hermoso.- Sin nada que decir, la hada se tapó la cara aun vergonzosa y fingió que era por la luz del sol. -Esto... Como resplandece el sol, son muy fuertes los rayos...- La hada, después de decir eso mantiene un silencio, de 1 minuto y vuelve a dirigirse a el chico. -¿Tienes alguna misión aquí? ¿Sueles venir a menudo? ¿Como es la tierra? ¿Como has llegado hasta aquí? ¿Y tu familia? ¿Tienes a donde ir? ¿Que pretendes hacer aquí?- Como la hada no sabía que decir, comenzó a preguntar a lo loco.

-La verdad, es que no lo se, intento que mi hermana no se asuste y no hablo de ello, pero nunca volveremos a casa, el reino de las hadas está muy escondido en el bosque, nunca llegaremos a volver, y yo, yo lo siento por mi hermana pero no volverá a ver a nuestra madre, a mí no me importa, a ella no le importo, pero mi hermana si le importa. Creo que ahora, estaremos solas, y tendré que hacer de madre...- La hada con la mirada bajada, se percata que durante todo lo que dijo el chico sujetaba su mano y mirándole a los ojos con el rostro algo preocupado le dijo. -¿Por qué? ¿por qué? el beso, y ahora esto... No se que me pasa, ¿que me pasa? ¿por qué cuando haces esto, yo-yo me siento bien? Es raro...- Shaphire cierra los ojos, lanza un suspiro leve y se pone la mano en el corazón, pensando. "Que es lo que siento..."

-Yo...- Cuando la hada iba ha hablar, el chico le besó, se puso roja, su corazón empezó a latir muy rápido, cuando el chico la dejó de besar, ella le miró sorprendida, el le giró la cara algo sonrojado, y ella bajando la mirada y mirando a su derecha. -Nun-nunca sentí el cariño de un chico, eso es lo que aueria decir antes.- Después de unos segundos algo incómodos la hada le dijo. -Me gustó, el beso, a mi me gustó...- La hada no podía controlarse y sintió unas ganas enormes de abrazarle, y así fue, le abrazó.

-El encanto de lo prohibido...- Susurra Shaphire con la mirada fijada en la ventana. -Es curioso, un humano y una hada, sería histórico, y mas con los pocos humanos que hay en este lugar, que son llegados de forma misteriosa...- La hada baja la cabeza, como intentando decir algo, y cansada de cayarse las cosas, le mira con los ojos llorosos y con la mano en el pecho. -¿Es que acaso mi primer amor, tiene que ser un amor prohibido? Nunca me han salido las cosas bien, por mucho que tu me quieras y que yo te quiera a tí, nuestro amor es imposible... Una hada y un humano, no me quito esto de la cabeza...- Shaphire, cae al suelo de rodillas, llorando.

Shaphire le miró a los ojos durante unos segundos, aceptó su pañuelo, se secó las lágrimas, y noto un ligero escalofrío en el oído, pues el chico le susurró las palabras que mas le llegaron al corazón. La hada quedo impactada durante segundos, luego se fijó en que el chico tenía un colgante algo extraño y escondido y decidió preguntar, pero antes prefirió decirle algo. -No te quiero perder, te quiero demasiado, me da igual que seas humano y yo hada, en ningún lugar lo prohiben, pero seria extraño... Aun así, me da igual, estaré siempre junto a ti y también te protegeré con mi vida, si es necesario.- después de decirle eso, con motivación, le pregunta. -¿Que es ese collar tan bonito?- con los ojos brillantes miraba a su pecho.

Shaphire lo mira. -Lo vi en la tierra, no sabia que servia para tanto, nosotros no tenemos eso.- La hada, mirándole a los ojos, se pone roja. -Esto, que ojos mas bonitos tienes, son color carmesí...- Shaphire suspira apaciblemente, mientras se peinaba con los dedos su largo cabello. -Es increíble que largo está...- La hada, deja su pelo, y corre por todos lados emocionada, tropieza y cae encima de Karthus, se pone roja y se le corta palabra.

La hada, era sensible a tanto, pero por verguenza a que su hermana les viese, le dice. -Hermanita, no-no llores, no-no mires...- Shaphire muy sonrojada, abraza y besa a Karthus, entre la hada y el humano, había un ambiente cálido, pues estos se querían demasiado. -Karthus, yo, no, yo, no puedo controlarme...- Shaphire vuelve a besar a Karthus mientras le desabrochaba la camiseta. A la pareja, se le escuchaba respirar fuerte, invadidos por la pasión y la locura.

Shaphire se levanta del suelo, coge en brazos a su hermanita, la sienta en la cama y empieza a contarle. -LLegamos a el palacio de este reino, te metí en esta habitación, y por una extraña sensación evolucioné... Creo que fue por haber luchado en el bosque, y bueno, en cuanto a el vestido, resbalé caí y se me desabrochó solo. Menos mal que estaba, Karthus y amortiguó la caída. ¿Como has dormido, mi princesita?- Shaphire sonríe a la pequeña hada y guiña el ojo a Karthus.